(Hebreos
1:1 LBLA) Dios, habiendo hablado hace mucho tiempo, en muchas ocasiones y de
muchas maneras a los padres por los profetas...
El
Señor nos habla de muchas maneras, nos habla por medio de la palabra, y también
a través de visiones; en la carta a los Hebreos vemos que Dios habla por medio
de profetas.
En este
primer versículo Dios le habló al profeta Jeremías y le trasladó un mensaje muy
importante que no era sólo para ese tiempo. El Señor le dijo que sería puesto
por profeta para las naciones, entonces ese mensaje no sólo sería para el reino
de Judá y los habitantes de Jerusalén, sino que alcanza a las naciones.
Cuando
Dios le dio ese mensaje a Jeremías lo hizo a través de una visión al mostrarle
una vara de almendro.
(Salmos
19:1 LBLA) Para el director del coro. Salmo de David. Los cielos proclaman la
gloria de Dios, y la expansión anuncia la obra de sus manos.
Algunos
comentaristas bíblicos dicen que la relación que existe entre la vara de
almendro y la interpretación que El Señor le da en el capitulo 1, versículo 12
del Libro de Jeremías es la siguiente: la palabra "velo" del verbo
velar, refiere a "permanecer vigilantes", estar al acecho de algo,
esta palabra es muy parecida en el original idioma hebreo a la palabra que se
traduce "vara" en el versículo 11; cuando Jeremías le responde que
vio una vara de almendro, esa misma palabra "vara" en hebreo se
parece mucho a la palabra "velar".
Es
interesante conocer porqué El Señor le habló a Jeremías por medio de una vara
de almendro. El almendro es un árbol originario del oriente medio, del Líbano y
algunos otros países de esa región, por eso era muy conocido dentro del pueblo
de Israel. Tiene características muy interesantes por lo cual entenderemos
porqué Dios la asocia a Su Palabra. El almendro logra desarrollar alturas muy
grandes pudiendo alcanzar hasta diez metros, contiene propiedades nutritivas,
curativas y medicinales; otra característica es que es el primer árbol de la
naturaleza que florece, aún en medio de las temperaturas más bajas del
invierno; no es como otros árboles que esperan hasta el verano para empezar a
florecer y dar fruto.
(Mateo
24:32 LBLA) Y de la higuera aprended la parábola: cuando su rama ya se pone
tierna y echa las hojas, sabéis que el verano está cerca.
La
mayoría de árboles empiezan a florecer en el verano, el almendro lo hace aún en
medio de la adversidad, es por eso que El Señor utiliza como figura para
referirse a Su Palabra.
En la
Biblia aparecen cuatro palabras distintas que se traducen como almendro y cada
una de ellas está relacionada con distintas partes del árbol, lo cual nos deja
ver distintas formas en que Dios manifiesta Su Palabra.
H3869 לוּז luz
probablemente de origen extranjero; algún tipo de árbol de nueces, tal vez el
almendro:-avellano.
H3870 לוּזLuz probablemente de H3869 (como que crece
allí); Luz, nombre de dos lugares en Palestina:-Luz.
H8246 שָׁקַד shacád
denominativo de H8247; ser (intens. hacer) de forma de almendra:-en forma de
flor (figura) de almendro.
H8247קֵד Shaquéd de H8245; almendro (el
árbol o la nuez, siendo la más temprana para florecer):-almendra, almendro.
Estas
cuatro palabras nos hablan de las ramas o varas, de los frutos y de las flores;
cada una de ellas es una manifestación de La Palabra de Dios dirigida a
alguien, y así como está relacionada con distintas partes y elementos, también
tiene una ministración específica que viene de parte de Dios para nosotros.
La
primera palabra es luz, el H3869 que está relacionada con las varas verdes de
almendro.
(Génesis
30:37-38 LBLA) Entonces Jacob tomó varas verdes de álamo, de almendro y de
plátano, y les sacó tiras blancas de la corteza, descubriendo así lo blanco de
las varas. Y colocó las varas que había descortezado delante de los rebaños, en
los canales, en los abrevaderos, donde los rebaños venían a beber; y se
apareaban cuando venían a beber.
Esta
palabra hebrea "luz", que al traducirla al español significa
almendro, la vemos donde Jacob nos muestra que había trabajado por 20 años en
casa de su suegro Labán; trabajó siete años por Raquel; siete años por Lea; y
seis años por las ovejas y Labán le hacía mucho mal, que entre otras actitudes,
le cambió diez veces el salario. Una de las situaciones más difíciles que
atravesó Jacob fue que lo hizo trabajar siete años por Raquel y cuando llegó el
tiempo que debía entregarle a Raquel le entregó a Lea. Cuando nació José, a
Jacob tuvo la idea de trabajar para proveer para su propia casa, tomando la
decisión del volver a la casa de su padre, a la tierra de Canaán en donde había
habitado Abraham e Isaac. Habló con Labán para que como parte del
reconocimiento a su trabajo, le diera de su rebaño todas las ovejas manchadas,
los corderos negros y las cabras con manchas blancas; Labán estuvo de acuerdo,
pero al terminar de hablar envió a sus hijos a apartar a todos los animales con
las características que Jacob le había pedido y los mandó a tres dias de camino
de distancia.
Por
revelación del Señor, Jacob tomó las varas verdes de almendro y les abrió una
hendidura y dejó al descubierto la médula de las ramas, colocándolas frente de
los abrevaderos para que cuando llegaran los rebaños a beber, los machos se
aparearan con las hembras, y al mirar la varas descortezadas engendraran crías
manchadas de blanco, que era lo que le había pedido a Labán y él se lo quitó.
Sin lugar a dudas Dios nos quiere bendecir y la vara de almendro verde descortezada
y esto significa la instrucción de Dios que va contra toda lógica, pero si
creemos en Su Palabra, Él nos prosperará y bendecirá.
No nos
referimos solamente a la bendición material que Dios quería darle Jacob, sino
la bendición que El Señor envía en Su Palabra para que aquellos vientres que no
han podido concebir, al ver las varas verdes de almendro puedan concebir y dar
a luz algo que viene de Dios. Si en nuestro matrimonio no hemos podido
engendrar ni concebir, al ver la vara verde de almendro que es La Palabra de
Dios podremos concebir y dar a luz contra toda lógica, sólo tenemos que
levantar la mirada hacia la vara verde de almendro y veremos lo que Dios puede
hacer en nuestra vida.
H38709
Luz está asociado con un campo de almendro.
Aquí
asociamos esta palabra con un campo de almendros, cuando buscamos la palabra
"luz" en los diferentes diccionarios, encontramos lo siguiente:
DBB
Definitions: Probablemente se deriva de la palabra anterior, pero dando la idea
de ser el lugar donde crece el almendro, por eso se asocia con un campo de
almendros.
(Génesis
28:18-19 LBLA) Y se levantó Jacob muy de mañana, y tomó la piedra que había
puesto de cabecera, la erigió por señal y derramó aceite por encima. Y a aquel
lugar le puso el nombre de Betel, aunque anteriormente el nombre de la ciudad
había sido Luz.
En este
pasaje vemos que Jacob se encontraba huyendo de su hermano Esaú, por haberle
robado la primogenitura, la cual deseaba desde que estaba en el vientre de su
madre, Rebeca. Cuando Esaú se enteró que Jacob habia obtenido la bendición del
primogénito fue con su padre para que revirtiera el proceso, pero Isaac le dijo
que ya no tenía más bendición para él, ante esto Esaú se enojó y dijo que
esperaría la muerte de su padre para matar a Jacob; sin embargo, Rebeca puso de
sobre aviso a Jacob haciéndolo huir a casa de su hermano Labán.
Esaú
era un hombre de campo mientras Jacob amaba las tiendas, era pacífico, no
estaba acostumbrado a pernoctar en el campo ni enfrentarse con fieras porque no
era cazador, sin embargo, tuvo que pasar la noche fuera de su casa, y cuando se
sintió cansado tomó una piedra como cabecera y se quedó dormido, mientas
descansaba Dios le habló mostrándole una escalera que conectaba de la tierra a
los cielos, donde los ángeles de Dios subían y bajaban, y al final de la
escalera estaba Dios.
(Génesis
28:13 LBLA) Yo soy el SEÑOR, el Dios de tu padre Abraham y el Dios de Isaac. La
tierra en la que estás acostado te la daré a ti y a tu descendencia. También tu
descendencia será como el polvo de la tierra, y te extenderás hacia el
occidente y hacia el oriente, hacia el norte y hacia el sur; y en ti y en tu
simiente serán bendecidas todas las familias de la tierra. He aquí, yo estoy
contigo, y te guardaré por dondequiera que vayas y te haré volver a esta
tierra; porque no te dejaré hasta que haya hecho lo que te he prometido.
Despertó Jacob de su sueño y dijo: Ciertamente el SEÑOR está en este lugar y yo
no lo sabía. Y tuvo miedo y dijo: ¡Cuán imponente es este lugar! Esto no es más
que la casa de Dios, y esta es la puerta del cielo. Y se levantó Jacob muy de
mañana, y tomó la piedra que había puesto de cabecera, la erigió por señal y
derramó aceite por encima. Y a aquel lugar le puso el nombre de Betel, aunque
anteriormente el nombre de la ciudad había sido Luz.
Jacob
le puso Betel por nombre a este lugar, aunque antes su nombre era luz o campo
de los almendros. En el campo de los almendros está el Señor, allí se nos
aparecerá. Si alguien de nosotros se siente perseguido, en el campo de los
almendros estará El Señor y ángeles que suben y bajan, para permanecer con
nosotros, y a donde quiera que vayamos cumplirá lo que nos ha prometido.
Esta
era la certeza que tenía el Apóstol Pedro cuando Herodes lo encarceló, y un día
antes que lo ejecutaran se quitó las sandalias y se quedó dormido, reposó
porque confiaba en que Dios cumpliría Su promesa. El Señor nos ha dado promesas
y aunque estemos amenazados de muerte, Él permitirá que volvamos a la casa de
nuestro Padre y a la tierra que nos prometió.
(Génesis
35:6 LBLA) Y Jacob llegó a Luz, es decir, Betel, que está en la tierra de
Canaán, él y todo el pueblo que estaba con él.
Jacob
llamó Betel al campo de los almendros e hizo un voto que nunca cumplió, por eso
Dios trató con él para llegar a cumplir con lo que le había prometido; pasaron
veinte años, siete trabajó por Raquel, siete por Lea y seis por las ovejas, en
ese tiempo se enfrentó con el ángel del Señor que le desconyuntó el muslo y a
partir de ese momento no caminó igual. Jacob tenía aproximadamente 91 años
cuando nació su hijo José y hasta entonces decidió regresar a Canaán, la casa
de su padre, y aunque era un hombre lleno de canas, caminaba con bordón, ya se
había puesto a cuentas con su hermano Esaú, se dispuso a volver al campo de los
almendros, a donde Dios le había dicho que lo haría volver.
Si Dios
dijo que haría algo en nuestra vida, así lo hará; si Dios dijo que nosotros y
nuestra casa seremos salvos, Dios lo cumplirá.
(Génesis
35:7 LBLA) Y edificó allí un altar, y llamó al lugar El-betel, porque allí Dios
se le había manifestado cuando huía de su hermano.
Con
base a este versículo, vemos que Dios se manifestará en el lugar en donde
perdimos batallas, donde nos llenamos de temores, donde creímos que todo estaba
perdido, allí nos hará volver en luz, al campo de los almendros,
"El-betel" .
La
tercera palabra Shacád H8246, está relacionada íntimamente con las flores del
almendro.
(Éxodo
25:33-36 VM) y tendrá en cada brazo una serie de tres copas en forma de flores
de almendro, cada una con un globito y una flor; y tres copas en forma de
almendro en el otro brazo, cada una con un globito y una flor: de igual suerte
sucederá con los seis brazos que salen del candelabro. Mas en el tronco del
candelabro habrá una serie de cuatro copas en forma de flores de almendro, con
sus globitos y sus flores. De manera que habrá un globito debajo de dos de los
brazos que salen del tronco, y un globito debajo de otros dos de los brazos que
salen de él, y un globito debajo de los dos brazos restantes que salen de él;
conforme al número de los seis brazos que salen del candelabro. Sus globitos y
sus brazos serán parte de él mismo; todo ello será una sola pieza labrada a
martillo, de oro puro.
Estos
versículos nos muestran que la figura del candelabro es matemáticamente
precisa. Cuando analizamos los elementos que conforman el candelabro vemos que
estas son: 22 flores de almendro, 22 bulbos y 22 copas en forma de flor de
almendro, que en su conjunto suman 66 formando flores de almendro. En un
principio vimos que el almendro nos habla de estar velando, de estar alerta,
pero en este caso vemos que el almendro está relacionado con la Palabra de Dios
escrita, la Palabra profética más segura.
Recordemos
que hemos sido instruidos acerca de los acrósticos y alefato hebreo, y vemos
que La Biblia está conformada por 66 libros, lo cuales podemos agrupar en tres
grupos de 22 cada uno: los primeros 22 libros contienen la ley, van de Génesis
hasta Cantar de los Cantares que es el alefato del Padre; el siguiente grupo de
22 libros comprende desde Isaías hasta el los evangelios de los apóstoles que
nos describen a Cristo en Sus ministerios, este es el alefato del Hijo; los
últimos 22 libros son escritos exclusivamente por apóstoles, a partir de la
carta a los Romanos hasta Apocalipsis es el alefato del Espíritu Santo.
La
última palabra que aparece en el almendro está relacionada con los frutos del
almendro.
(Números
17:8 LBLA) Y aconteció que el día siguiente, Moisés entró en la tienda del
testimonio, y he aquí, la vara de Aarón de la casa de Leví había retoñado y
echado botones, y había producido flores, y almendras maduras.
En el
Libro de Números, Capítulo 16 describe que había un hombre llamado Coré, primo
hermano de Moisés y Aarón, descendiente de Leví. El Señor le encomendó a la
tribu de Leví el servicio del tabernáculo y escogió específicamente la casa de
Aarón para formar sacerdotes, donde una de las funciones del sacerdote era
quemar incienso detrás del velo; Coré se reveló juntamente con otros dos
personajes, Abirám y Datán, conquistaron a 250 jefes de las casas paternas de
Israel, quienes murmuraron contra Moisés, provocando que todo el pueblo se
levantara contra Moisés y Aarón. Moisés les dijo que les demostraría a quién
había escogido El Señor y entonces cada uno de los 250 jefes tomaron un
incensario y se pusieron a la entrada del tabernáculo, allí estaba Coré pero
Datán y Abiram no se presentaron; relata La Biblia que la gloria del Señor
descendió sobre el santuario y le dijo a Moisés y Aarón que se apartaran porque
consumiría a toda esta congregación, ante esto se postraron contra su rostro e
intercedieron por su pueblo para que El Señor no los destruyera; sin embargo,
El Señor les dijo que se apartaran y que el resto del pueblo se apartara de las
tiendas de Datán y Abiram. Por orden del Señor la tierra se abrió y se los
tragó, enviándolos al seól; no obstante, al día siguiente el pueblo se reveló
contra Moisés nuevamente.
Es
evidente que la murmuración es abominación a Dios, por eso si en algún momento
nos encontramos con una persona que nos quiera involucrar en murmuración
apartémonos, porque esa es la orden del Señor. Moisés se postró contra su
rostro para interceder y le pidió a Aaron que llevara el incienso e
intercediera; sin embargo al cesar la plaga murieron 14,600 hombres de Israel.
(Números
17:2-5 LBLA) Habla a los hijos de Israel y toma de ellos una vara por cada una
de las casas paternas: doce varas de todos los jefes conforme a sus casas
paternas. Y escribirás el nombre de cada uno en su vara, y escribirás el nombre
de Aarón en la vara de Leví; porque hay una vara para cada jefe de sus casas
paternas. Y las pondrás en la tienda de reunión delante del testimonio donde me
encuentro contigo. Y acontecerá que la vara del hombre que yo escoja, retoñará.
Así disminuiré de sobre mí las quejas de los hijos de Israel que murmuran
contra vosotros.
La vara
que de fruto, la vara que reverdezca esa será la señal.
No
debemos levantar nuestra mano o nuestra voz contra un ungido del Señor, a quien
Dios puso lo respaldará, y si comete errores, Dios le pedirá cuentas, pero no
es el pueblo quien debe juzgar porque corre peligro su vida y la vida de su
familia, así lo dice la Biblia. Dios no sólo respalda a quien ha llamado y
ungido para ser su sacerdote y ministro, sino también castiga a los que se
levantan contra el ungido de Dios. Por eso las decisiones de Dios muchas veces
son tajantes. Tenemos que cortar con la murmuración y rebelión de raíz.
La
Biblia dice que somos reyes y sacerdotes, y si Dios nos llamó, El nos
respaldará y nuestra vara de autoridad reverdecerá y dará flores y fruto de
almendro maduro, y aunque contra nosotros se levanten personas que murmuren,
quieran destruirnos y ponernos en mal contra nuestras autoridades, si Dios nos
llamó Él nos respaldará, haciendo reverdecer nuestra vara que dará frutos de
almendro maduros.
El
Señor le dijo a Moisés que guardara la vara y la metiera dentro del arca para
que sirviera de testimonio por todas las generaciones. Con esto vemos que Dios
quiere bendecir nuestra casa, no sólo para éste tiempo sino para todas las
generaciones, porque Él es bueno, y cuando habla y envía Su Palabra vela porque
sea cumplida.
(Jeremías
1:12 LBLA) Y me dijo el SEÑOR: Bien has visto, porque yo velo sobre mi palabra
para cumplirla.